RETOS EVOLUTIVOS Y TECNOLÓGICOS DE LAS ORGANIZACIONES

Imagen adaptada de openai Dall-E2

La importancia de sacar todo el potencial de algunas tecnologías que permitan una mayor rapidez y eficacia en el resultado, partiendo sobre todo de buenas preguntas.

Artigo publicado originalmente por GTA – Global Trust Association y después por Creatinsights:
https://globaltrustassociation.org/es/retos-evolutivos-y-tecnologicos-de-las-organizaciones-2/
https://creatinsights.com/buenas-preguntas/?lang=es

Imagina el auto deportivo de tus sueños a tu disposición, y cuando giras la llave, ruge el motor y hace un eco que emana velocidad, eficiencia y libertad, y piensas en lo privilegiado que eres por tener la posibilidad de ir a la panadería, que está a 500 metros, con este potente y fantástico coche. Y al mismo tiempo, se pregunta, qué pena que no pueda ir más allá porque solo sabe usar la primera marcha, por lo tanto, no puede descubrir realmente todo el potencial de esta súper máquina.

Muchas organizaciones todavía están “atrapadas” en esta analogía, ya que son incapaces de “desbloquear” todo el potencial de algunas tecnologías, generando así resultados superficiales, y esto es especialmente presente con las recientes y controvertidas herramientas de Inteligencia Artificial (IA) generativa como Openai ChatGPT, Microsoft Bing entre otros.

Y lo interesante de esta innovadora tecnología es que de alguna manera hace referencia al antiguo método socrático, en lo que se generan cuestionamientos y reflexiones a través de preguntas y respuestas entre profesor y alumno. Este modelo, que fue desarrollado por Sócrates hace más de 2.400 años en la Antigua Grecia, es la base de la interacción hombre-máquina, y en este caso se destaca la alternancia de roles, pues algunas veces el hombre enseña a la máquina y después es ella que se convierte en la maestra.

Para que los resultados se logren de manera objetiva y efectiva, este modelo requiere hacer buenas preguntas en cualquier situación. Recientemente, esta necesidad se ha hecho aún más evidente, ya que tenemos más abundancia que escasez en el acceso al conocimiento, por decir, hay más ruido que dificulta identificar lo que realmente importa. En la interacción con la IA generativa, esta demanda es aún más crítica, debido a la capacidad surrealista de estas tecnologías para consolidar la información almacenada de varias fuentes.

Y la sugerencia de hacer buenas preguntas no se trata solo de su contenido, sino que también por las pequeñas variaciones que pueden marcar una gran diferencia en su comprensión y especialmente con la IA generativa. Por ejemplo, el tono (formal, casual, informativo…), el formato (texto, lista de tópicos, diálogo…), la finalidad (informar, persuadir, entretener…) y las limitaciones (número de palabras o caracteres) entre muchos otros detalles. Además, la conversación se realiza con múltiples interacciones, por lo que todas estas variaciones son consideradas y ayudan a elaborar mejores respuestas.

Un buen ejemplo de la importancia de generar buenas interacciones con la IA generativa se puede ver en la recién valoración en los EE. UU. de la profesión de ingeniero que enseña la IA (“AI prompt Engineer”) con salarios anuales promedio de cerca de US$ 0.32 mm de dólares estadounidenses.

Entonces, usando otra analogía con la historia del genio en la lámpara, es importante hacer pedidos inteligentes para no ser malinterpretados en su ejecución, generando resultados inesperados y, algunas veces, incluso desastrosos.

En conclusión, las buenas preguntas permiten mayor rapidez y eficiencia en la respuesta, y también libertad para hacer un mejor uso de las tecnologías disponibles, y así permitir, como en la analogía del automóvil, alcanzar su máximo potencial.

Quieres obtener más información sobre la colaboración y la interacción con la IA generativa, hagálo en los motores de búsqueda, pregunte a un consultor de IA generativa extendida o hable con un consultor humano. Aprovechando esto, es importante resaltar que este artículo fue generado de forma tradicional como un “producto orgánico”, es decir, sin “adición (conocida) de inteligencia artificial”.

Gran viaje al homo sapiens y también en la convivencia con el “homo artificialis”, esta nueva especie en evolución.